Ejercito niega agresión contra manifestantes por huelga antiminera

Deslindado toda responsabilidad en el saldo trágico de cinco muertes durante la paralización de los pobladores azangarinos caídos el 24 de junio, varios miembros del Ejército Peruano negaron categóricamente haber perpetrado alguna agresión a los protestantes, por lo que aseguran tener las manos limpias en este conflicto.

Como es de conocimiento público, el jefe de la Cuarta Brigada de
Montaña de Puno, William Andía Benavides, se hizo popular por su carácter conciliador y disuasivo para evitar enfrentamientos entre las partes en conflicto, buscando en todo momento evitar el derramamiento de sangre.

Lejos de un carácter belicoso que predomina en varios mando castrenses, la adhesión de Andía Benavides hacia fines pacificadores, ha contribuido a que entren en conflicto los pobladores de Carabaya que rechazaban la construcción de la hidroeléctrica del Inambari, facilitando el cuartel Francisco Bolognesi para que se efectúe el diálogo entre dirigentes y la Comisión de Alto Nivel.

Asimismo, recuerdan que su labor fue únicamente la de prestar apoyo en labores de seguridad a la Policía, resguardando el aeropuerto Manco Capac, ratificando una vez más que ninguno de los efectivos del Ejército realizaron disparo alguno. Sin embargo, afirmaron que ellos prestaron sus tanquetas a la Policía Nacional y DINOES.

Con las confusiones despejadas, se deja en claro que en ninguna de las cinco muertes del 24 de junio pasado, el Ejército Peruano tenga responsabilidad, muy por el contrario, se encuentran consternados por el penoso hecho y esperan que no vuelva a suceder.